Hoy fue un día raro… lleno de matices extraños y situaciones favorables. Hoy fue un día especial, donde entendí que debo salir adelante, que todo lo que estoy pasando es solo consecuencia de mis propios errores, no de los errores de los demás. Hoy lejos de toda mi realidad, lejos de mis calles, de mi rutina diaria comprendí…. Que si estoy aquí es para disfrutar cada segundo de mi vida, es para dejar “mi huella”; si estoy aquí necesito definir mis sentimientos, a lo mejor ser más comprensible, más tolerante. Necesito, además, recordar que lo tengo todo: una familia, un techo, comida, una cama, una pieza; tengo amor, mucho amor… Soy feliz.
Hoy paseando por Santiago, son increíbles las diferencias, las desigualdades y realmente no quiero parecer “candidato presidencial” pero es la verdad… Estas en Santiago Centro con sus casas viejas, su estilo rustico; Te pasas a Providencia… con toda sus avenidas llenas de árboles, edificios por miles y toda la “juventud TOP” paseando tomada de la mano comiendo un rico helado… sigues subiendo “Las Condes”, una comuna que realmente me desconcierta, y a la cual pertenezco, tiene una diversidad… ves casas enormes, hermosas; edificios lujosos y con la ultima tecnología… pero de pronto aparecen aquellas casas más pequeñas, edificios sucios y viejos… Hoy pase por esas casas y edificios que construyo Allende en su tiempo de gloria pensando, de una forma ingenua, que si los pobres llegaban a los barrios altos… todos seriamos iguales.
Hoy paseando por esta ciudad tan hermosa…