lunes, diciembre 12, 2005
posted by *vane* at 11:45 p. m.

Un día me dio por caminar, necesitaba encontrar un espacio lejos de la realidad, un lugar propio aunque habitado por un millón de personas. Camine por horas, largas horas… me detuve estaba cansada. A mi cabeza, un poco agitada, volvieron las escenas de una discusión que trajo mis miedos y dificultades.
Para colocar todo en su lugar y tranquilizar mi alma, grite, descargue mi rabia, tire platos y vasos, saque los más crueles sentimientos, los más profundos y humanos latidos del alma, pero creo que todo eso no funcionó de la forma que quería: algo se quebró entre nosotros, algo especial.
Un poco más tranquila reanudé mi camino. Mi celular no dejaba de sonar. No recuerdo cuanto camine, ni si quiera le tome el peso al tiempo o a la distancia. Sólo abrí los ojos, todo a mi alrededor era desconocido, me sentí tranquila pero inquieta a la vez, algo presionaba mi corazón, un gran peso… angustia. ¿Dónde estaba? Ya estaba oscuro, los autos dejaban su recorrido, todo era calma, todos descansaban y yo sólo dejaba una gran ventaja a los minutos, seguramente querían alcanzar alguna hora.
Mi celular muerto, sin dinero… ya era hora de los fantasmas.

Despierto agitada. Era solo un sueño. Me doy vuelta y abrazo un cuerpo… Buenas noches amor.