viernes, junio 15, 2007
posted by *vane* at 12:24 a. m.

Quiero, esta vez, hablar de dos hombres que ocupan parte de mi corazón y mente: mi papá y mi hermano.

Con el primero, como ya muchas veces lo he dicho, no tengo una relación “fluida, intensa o sólo una relación más normal”, vivimos en dos ciudades diferentes, la comunicación muchas veces es escasa, la rutina lo consume, el tiempo me limita… y la continua escena familiar me atormenta. Lo amo eternamente. Con el tiempo he aprendido a resolver mis “rencores personales”, he aprendido a dejar los recuerdos a un lado porque eso son… recuerdos que no vale la pena recordar, por ahora. Aunque lo que siempre obtengo es una pared alta y fuerte, intento escalarla… pero muchas veces nace ante mi lo que sería mi muralla, cerrando momentáneamente la comunicación.

Te lo juro papá que lo he intentado, llegar a ese corazón herido en la infancia, a esa personita de esfuerzo…porque a ti nadie te dio nada, porque cada cosa que tienes es por tu gran esfuerzo…. Y por eso te admiro eternamente, creo que eres a la persona que más admiro dentro de todo, porque con tus acciones me enseñas que vale la pena, me das fuerzas para seguir en un camino que a lo mejor no es el mió… pero ¿Quién lo sabe?.

Mi hermano, lejos de ser la persona más tierna a su manera, es a la que más amo…si!!! Y no miento, porque uno siempre dice: mamá eres a la que más amo, papá eres al que más amo… pero en realidad, en mi caso, al que más amo es a mi hermano… porque sé que algún día estaremos sólo los dos en el mundo, y seremos un apoyo para cada día… sé que somos dos personas… que somos únicas, tenemos la misma sangre, la misma carne.

La palabra amor la sembré con él, originalmente los padres te dan el primer amor… eterno e incondicional… y lo recibí en gran cantidad, pero fueron las anécdotas familiares que me contaba mamá las que me ayudaron a sentir los primeros brotes de amor en mi corazón: tu hermano te decía MANA porque no podía pronunciar bien la R, entonces él iba a tu cuna y tomaba una pierna tuya y la intentaba sacar por el espacio entre los palos, lo único que quería era jugar contigo!! Te daba besos… decía: MI mana! MI mana! Eras un verdadero juguete para él…pero eras de él!.

A medida que crecimos, y pasamos por etapas, uno siempre se separa un poco de sus hermanos… cuando yo estaba en la edad del pavo, mi hermano estaba en la adolescencia… claramente vivíamos distintas etapas. Pero también a medida que maduramos, formamos amores que no pensábamos que existían y nos dábamos cuenta… que aquel hermano que nos pegaba o nos hacia llorar…es ahora un hombre que nos protege y nos aconseja.

Claramente estamos en esa etapa…. Y me encanta!

A estos dos amores de mi vida, y hablo del amor eterno, les dedico en el día de hoy este trozo de lo que siento… yo sé que nunca lo verán, o quien sabe, pero para mi es importante dejar huella de lo que son...

Mano!! Feliz cumple!!!

Papá!!! Feliz día!!