Tendría mi vida lista después de aquel tramite… tendría sólo que estudiar algo que me gusta, desde que tengo 10 años, y que ha sido mi obsesión durante más de 8.
Tendría que hacerlo sola, porque sola estoy… en esta ciudad llena de smog, de autos y de personas sin corazón… Papá llama… y pregunta como estoy… ¿Qué debo contestar? Papi estoy bien… ¿Cómo va todo por allá?... No quiero preocuparlo.
Mi vida nació el día que llegue al terminal de Santiago, después de una agitada y conflictiva vida familiar en una ciudad del Sur, por fin era libre junto a mi mamá y a mi hermano. Es aquí donde nace en mí la personita que soy…
Aquí recibí mucho amor, lastima que no naciera de mis padres… que ocupados en destruirse perdían tiempo valioso…
En una casa con gente extraña, fui madurando, creciendo y aprendiendo. Nunca me faltó amor pero nunca había conocido el odio, de mi familia, hasta aquel momento… en que me enamoré de un chico de una condición social, y económica, más baja (según mi familia). No sé si me enamoré pero es lo más fuerte que he sentido, e intento ser muy respetuosa con el chico que hoy quiero… pero es difícil olvidar el primer “amor”.
Todo nació tímidamente, a mis 15 años, mi inocencia era un a atracción para un chico 4 años mayor. Puede que suene raro pero su madurez junto con su agresividad fue el punto que detono la fugaz pero intensa relación.
Lo conocí mientras me preparaba para mi confirmación y en el primer momento que vi sus ojos note esa soledad y el continuo deseo de llamar la atención, que muchas veces me atormenta a mí.
Sus cartas, difíciles de descifrar por mis amigas, llenas de cuestionamientos filosóficos donde sus teorías eran música… entre tanto ruido, lleno mi corazón de un sentimiento apasionado. No recuerdo exactamente como comenzó, solo sé que sucedió.
** Lastima que las condiciones sociales nos hayan distanciado, te lo juro que quería que todo eso funcionase. Perdón por la familia que me toco; perdón por su alto grado de ignorancia; perdón por hacerte daño; perdón por haber cuestionado tu amor; perdón por no demostrarte mi cariño; perdón por todas las lágrimas que dejaste caer: perdón por gritarte, insultarte y humillarte… sólo quería lo mejor para nosotros: olvidar.
Que cínica la vida… buscamos beneficios para los menos afortunados, cooperamos para cada institución que lo necesite, vemos toda la teletón y lloramos con cada caso ¿tu eres clasista? Como se te ocurre, yo le he enseñado a mis hijos que no importa cuanto se tiene sino la calidad de las personas… ¿te habrás acordado de eso, mamá? Y aquí es donde demostramos ser una cultura mediocre, llena de imperfecciones… llena de mal construcciones. Queremos una sociedad donde todos tengan las mismas oportunidades pero discriminamos al pobre y lo humillamos; queremos hacer surgir nuestros proyectos y para eso estafamos al que menos tiene ofreciendo bajos sueldos y mínimas protecciones; queremos tener auto, casa y lujos para eso “estrujamos” a la clase “baja” robando su dinero y sus oportunidades… bello país, bello continente.
Y seguramente cuando yo sea uno más de ellos, haré lo mismo… porque nuestra vida esta planeada, indirectamente, y sigue un patrón determinado… muchos no lo siguen, pero son muchos más los que están de acuerdo con él… ganará como siempre.