
Cambio las cosas de lugar, no quiero tu presencia; tomo nuestro compromiso escrito en papel y lo guardo en aquella caja, donde dijiste que se guardaban los recuerdos y fantasmas.
Secó mi cara después de ahogarme en tu olor; tomo los vasos que quisiste guardar llenos del liquido de la felicidad, que muchas veces tomamos hasta agotarnos.
Tomo mi maleta, la coloco al hombro para comenzar un nuevo camino… voy a otra pieza con más ventanas, sabanas nuevas y sin cajas, el viento secara mi cara y los vasos estarán vacíos.