Creo que hace un tiempo atrás escribí algo sobre mi padre, no recuerdo bien el porque… pero necesitaba hacerlo.
Mi relación con él es más bien distante, vive en otra ciudad desde que mi mamá salio “arrancando” de casa con dos niños pequeños, mi hermano y yo.
Desde ahí he tenido que vivir, dividir, compartir, formar, recrear y crecer entre dos ciudades, entre dos casas pero entre ninguna familia.
Hoy es su cumpleaños y me pareció el día perfecto para hablar de él. Yo se que nunca sabrá que tengo un blog y es esta la excusa perfecta para confesar todo lo que me produce.
Decir que lo amo sería poco, aunque lo sé, nuestra relación no es normal… hablamos un par de veces al año, si se que esta vivo es porque me deposita la plata todos los meses, su carácter fuerte cada vez me aleja de él y cuando pienso en visitarlo sólo una pregunta se planta en mi cabeza: ¿para que? Después comienzo a recordar todos los comentarios, opiniones, reseñas y momentos que he escuchado y leído… y creo que soy afortunada.
Afortunada de tenerlo vivo, afortunada de amarlo a pesar de todo… de amar esa palabra “padre” que no conozco, amar su cara que sólo me recuerda que un espermio de él me dio el sexo y la vida.
Y nada quitará de mi cabeza que soy afortunada… tengo a mi familia (o la que fue alguna vez) sana, tengo salud y techo… y tengo un PADRE presente y autoritario, un padre que me regaña y me ordena, un padre que me quiere y que se molesta, un padre que con sus pocos cariños me reafirma que me ama y que a pesar de todos mis “errores” (que afirmo, para seguir con las confesiones, han sido bastantes), mis defectos, mis estupideces esta orgulloso de mi… orgulloso de que soy una persona sana y que mi único vicio es el café, orgulloso de que pueda pensar y responder cada palabra que me dice, orgulloso de que lo recuerdo y que lo amo.
Y en mi continua lucha por su amor, o por recordar que lo tengo, lo llame… no tan solo para desearle un feliz cumpleaños lejos de mi… sino que para saber como va su vida… si tiene una novia o como le va en su trabajo, para ver como va la relación entre mi hermano y él, para escuchar su voz y su respiración. No fue una larga conversación pero por lo menos lo fue.
Mi relación con él es más bien distante, vive en otra ciudad desde que mi mamá salio “arrancando” de casa con dos niños pequeños, mi hermano y yo.
Desde ahí he tenido que vivir, dividir, compartir, formar, recrear y crecer entre dos ciudades, entre dos casas pero entre ninguna familia.
Hoy es su cumpleaños y me pareció el día perfecto para hablar de él. Yo se que nunca sabrá que tengo un blog y es esta la excusa perfecta para confesar todo lo que me produce.
Decir que lo amo sería poco, aunque lo sé, nuestra relación no es normal… hablamos un par de veces al año, si se que esta vivo es porque me deposita la plata todos los meses, su carácter fuerte cada vez me aleja de él y cuando pienso en visitarlo sólo una pregunta se planta en mi cabeza: ¿para que? Después comienzo a recordar todos los comentarios, opiniones, reseñas y momentos que he escuchado y leído… y creo que soy afortunada.
Afortunada de tenerlo vivo, afortunada de amarlo a pesar de todo… de amar esa palabra “padre” que no conozco, amar su cara que sólo me recuerda que un espermio de él me dio el sexo y la vida.
Y nada quitará de mi cabeza que soy afortunada… tengo a mi familia (o la que fue alguna vez) sana, tengo salud y techo… y tengo un PADRE presente y autoritario, un padre que me regaña y me ordena, un padre que me quiere y que se molesta, un padre que con sus pocos cariños me reafirma que me ama y que a pesar de todos mis “errores” (que afirmo, para seguir con las confesiones, han sido bastantes), mis defectos, mis estupideces esta orgulloso de mi… orgulloso de que soy una persona sana y que mi único vicio es el café, orgulloso de que pueda pensar y responder cada palabra que me dice, orgulloso de que lo recuerdo y que lo amo.
Y en mi continua lucha por su amor, o por recordar que lo tengo, lo llame… no tan solo para desearle un feliz cumpleaños lejos de mi… sino que para saber como va su vida… si tiene una novia o como le va en su trabajo, para ver como va la relación entre mi hermano y él, para escuchar su voz y su respiración. No fue una larga conversación pero por lo menos lo fue.
Papá, con desearte un buen día, quiero decirte que te amo, que me alegro mucho que te estés superándote cada día más y escalando con éxito la cima que anhelas conquistar, que te extraño y que me haré un tiempo para ir a visitarte pero tu sabes la Universidad me quita demasiadas horas de mi día…y sólo puedo cruzar unas palabras con mamá, deseo también contarte que el otro día me metí en un problema, que intento solucionar pero me falta hablarlo… a lo mejor tu eres quien me debería escuchar. Hace unas semanas volví con mi ex pololo, si ese que ni si quiera conoces,… y me siento vacía, ya nada es igual… creo que no lo quiero pero no me quiero sentir sola.
Mamá esta bien, siempre pendiente de que seas puntual en los depósitos y que mis estudios den frutos… además de preocuparse diariamente por mi hermano, con él que no te llevas muy bien… bueno son etapas y estados raros de ustedes.
En realidad, sólo llamaba para escuchar tu voz y tus quejas… para escuchar tu cansancio y tus tareas diarias… sólo quería saber que estabas bien y feliz, que disfrutas tus cosas y tu tiempo. Papá un beso… dile a mi hermano que lo amo… y bueno, espero ir luego a verte… que Dios te bendiga y….bueno… te amo.
