Ayer falte a nuestra eterna palabra de amor, nuestro continuo compromiso… ayer fui infiel y no me dolió, no me causo nada, no pensé en ti y mucho menos me arrepentí… sólo pasó.
¿Te acuerdas cuando me dijiste “no debes arrepentirte de nada que hagas, sólo arrepiéntete de lo que no haces"? Bueno te hice caso, me arrepentí hace tres semanas cuando me junte con él y no lo bese… ahora no me arrepiento de haberlo hecho.
No sé porque él se acordó tanto de ti, ni te conoce, era como si al recordar tu nombre entrara en una realidad paralela invadida de silencio… mi pieza se contagiaba de una mezcla de culpa y complicidad, de pena pero placer… eran de esos momentos extraños.
Una vez me dijiste “si no hay sentimientos, no es traición”… parece que esta si lo fue: sentí su cuerpo, no deje de besar sus labios, pensé por segundos que él ocupaba tu puesto… y ni me acorde de ti.
Ya sé que me dirás cuando te cuente ¿Por qué? No lo entiendo ¿Qué hice mal? Te lo di todo… amor tú no fallaste, lo hice yo… no te engañe sino que me engañe… no deje de ser tuya sino que fui antes de él… no me arrepiento del hecho sino de no hacerlo antes… no me arrepiento de ti sino del momento en que te conocí… a lo mejor nos equivocamos de día y lugar… ¿y por lo menos, valió la pena?... No lo sé, él esta enamorado de otra, planea una vida con ella… me habla de su futuro como tu soñabas el nuestro con esa luz en los ojos que nunca conseguí… ¿Qué harás?... Sólo preparar mi corazón para las heridas que dejó y que seguirá dejando… y esperar a que vuelva… ¿Volverá?... creo que no… ¿entonces?... No lo sé… ¿alguna vez me amaste?... Creo, sabías mi situación pero nunca quisiste aceptarla, volabas en tu mundo soñando cosas que nunca pasarían. Me preguntas ¿Qué hiciste mal?... yo te contesto ¿Qué hice yo? Eras mucho para mí… Te amo… ¿me odias?... Como voy a odiarte amor, si tú me enseñaste a amar.